A 25 kms de Cuautla Morelos, se encuentra la hacienda de Chinameca, escenario de la traición y asesinato de Emiliano Zapata por los hombre del coronel Jesús Guajardo. Los muros de la entrada de este histórico edificio muestran las huellas de los impactos de bala de tal acción. En el lugar hay una estatua del Caudillo del Sur, obra del artista Xerxes Díaz y varias placas conmemorativas de ejidos y organizaciones campesinas de todo el país. Actualmente se ve desde lejos, el gran chacuaco de la hacienda con el tema: "Tierra y Libertad".
Durante su época de esplendor, las haciendas de la región Guanajuatense llegaron a tener tal prestigio e importancia que a finales del siglo XVIII, se le llegó a conocer como el "Granero de la Nueva España" y en sus memorias de viaje, Alejandro Von Humboldt las describiría como "las llanuras y campos mejor cultivados de México y hacen recordar algunos de los más atractivos campos de Francia".
Hacienda de San Nicolás, Tequisquiapan, Querétaro
Una mañana del año 1746, doña Aurora cocinaba en la inmensa cocina de su Hacienda de San Nicolás, cercana al pueblo de Tequisquiapan. Los vapores del caldo que cocinaba le hacían sudar su pálido rostro –que recordaba glorias pasadas- y sin sentirlo siquiera su pensamiento se fue hacia aquél a quien tanto había amado.
De pronto volvió a sentir sus brazos rodeándola por el talle. Eran aquéllos mismos y musculosos brazos de su enamorado amante, -muerto en la horca por la santa inquisición debido a ese prohibido amor-, con quien había vivido los años más apasionados de su lejana juventud. Recordó y añoró las caricias de esos brazos que una vez la habían hecho vibrar y sentir correr la vida por sus venas.
Cuenta la leyenda que después de la muerte de su amado se había refugiado en su vieja Hacienda, olvidando al mundo y dejándose olvidar por él. Las paredes de aquella fortaleza habíanse enmohecido, al igual que su piel y su alma; aquellas por el tiempo y la humedad, éstas por la tristeza y la melancolía. Se cuenta que esta solitaria dama murió en su querida Hacienda en la peor de las soledades, en compañía solo de sus criados y de unos cuantos perros. Pasaron los años, las décadas... las centurias. Los lugareños aseguran que ahora en esa olvidada Hacienda vaga el alma de doña Aurora; y que en las noches frías, cuando el viento sopla con fuerza entre los huecos de sus paredes, se escucha su voz gritar el nombre de su amado: ¡Luiiiiiiiiiisssssssssss!.
Y dicen también que las parejas que llegan a entrar en esa vieja casona ansiosos de saciar su amor quedan atrapados para siempre en un pacto prohibido, como aquel que unió a estos dos amantes. ...Aquélla mañana de un día cualquiera, del año 2003 (¡después de casi tres siglos!), una pareja de extranjeros entró a las ruinas de la Hacienda, guiados por un común y secreto acuerdo; la necesidad de estar solos. Atrapados en una gran pasión a, no alcanzan a notar que tras los agujeros de las gastadas y altas paredes son observados por unos ojos de anciana. La maldición, según la leyenda es inevitable... el pacto es prohibido.
Buena Historia
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